Impuesto al Efectivo: ¿Solución o Robo? Milei vs. Álvarez Agis
La propuesta de Emmanuel Álvarez Agis, ex viceministro de Economía durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, de reemplazar el Impuesto al Cheque por un impuesto a la extracción de efectivo, desató una fuerte controversia con el presidente Javier Milei. La idea, que busca incentivar la formalización de la economía mediante el uso de medios de pago digitales, fue calificada por Milei como un “robo” al consumidor.
¿En qué consiste la propuesta de Álvarez Agis?
Álvarez Agis, socio fundador de la consultora PxQ, plantea un esquema fiscal que incentive el uso de medios electrónicos y bancarizados en toda la cadena comercial. Su propuesta implica eliminar el Impuesto al Cheque, que grava las operaciones bancarizadas y afecta principalmente a los sectores formales, y reemplazarlo por un tributo específico sobre el retiro de dinero en efectivo.
Según el economista, este impuesto al efectivo obligaría a los comercios a formalizarse, ya que los consumidores preferirían pagar con medios digitales para evitar el gravamen. Álvarez Agis ejemplificó que, al extraer $1.000 del cajero, se recibirían $900, incentivando así el uso de tarjetas de débito o crédito.
La dura respuesta de Javier Milei
La propuesta no fue bien recibida por el presidente Javier Milei, quien calificó a Álvarez Agis de “Kirchnerista = ladrón”. Milei argumentó que la medida implicaría “robarte el 10% de tus ingresos que destines al consumo” y criticó la falta de propuestas para reducir el gasto público.
El cruce entre ambos economistas reabrió el debate sobre el modelo tributario y el rol del Estado en la economía argentina. Mientras Álvarez Agis defiende su propuesta como una forma de combatir la informalidad y promover la bancarización, Milei la considera un ataque al bolsillo de los ciudadanos y una muestra más del afán recaudatorio del kirchnerismo.
¿Un debate con implicaciones mayores?
Más allá de la controversia puntual, este debate refleja las profundas diferencias ideológicas y económicas entre el gobierno actual y los sectores identificados con el kirchnerismo. La discusión sobre el impuesto al efectivo pone de manifiesto la tensión entre la necesidad de aumentar la recaudación fiscal y la preocupación por el impacto de los impuestos en el consumo y la actividad económica.
La implementación de un impuesto al efectivo podría afectar especialmente a los sectores más vulnerables de la población, que suelen utilizar el efectivo como principal medio de pago. Además, podría generar incentivos para la evasión fiscal y el uso de circuitos informales de dinero.
En definitiva, la propuesta de Álvarez Agis y la reacción de Milei abren un interrogante sobre el futuro del sistema tributario argentino y la búsqueda de soluciones para los problemas de la informalidad y la evasión fiscal.