Iván de Pineda: Su infancia, la miopía severa y el amor por la lectura
Iván de Pineda, reconocido modelo y conductor argentino, ha revelado detalles poco conocidos de su infancia, marcados por una condición visual que lo acompañó desde muy temprana edad: una miopía severa diagnosticada a los cuatro años.
Un diagnóstico temprano que marcó su infancia
En una reciente entrevista, De Pineda compartió cómo este diagnóstico impactó su vida. En aquel entonces, las opciones para corregir la visión eran limitadas. "No existían los avances de hoy", comentó, refiriéndose a la ausencia de lentes de contacto o cirugías correctivas. La única alternativa eran anteojos de alta graduación, que significaban una importante limitación.
Adaptándose a las limitaciones
La miopía severa, que alcanzaba entre siete y ocho grados en cada ojo, condicionó muchas de las actividades de su niñez. Practicar deportes resultaba complicado, y debía adaptarse constantemente a las limitaciones impuestas por su visión. Sin embargo, Iván encontró una pasión que lo conectó con el mundo de una manera diferente: la lectura.
La lectura como refugio y pasión
De Pineda destacó la influencia de su abuela y su madre, ambas ávidas lectoras, quienes lo incentivaron a explorar el mundo de los libros desde muy pequeño. Este hábito se convirtió en una parte fundamental de su vida. A los cuatro años, ya leía con fluidez, explorando desde cuentos clásicos hasta enciclopedias. Mientras otros niños se dedicaban al fútbol, él participaba en talleres literarios, cultivando su amor por las letras.
Un ejemplo de superación y pasión
La historia de Iván de Pineda es un testimonio de cómo las dificultades pueden convertirse en oportunidades. A pesar de las limitaciones impuestas por su miopía, encontró en la lectura un camino para desarrollar su intelecto y curiosidad, convirtiéndose en el reconocido profesional que es hoy. Su historia inspira a valorar la importancia de la adaptación, la búsqueda de pasiones y el apoyo familiar.