Twiggy revela el secreto de un matrimonio feliz: ¡Encontrarse tarde!
La icónica Twiggy, un verdadero ícono cultural, lleva 42 años casada con su esposo, Leigh Lawson. A sus 75 años, Twiggy conoció al actor y director Leigh en 1984, y se casaron en 1988, cuando ella tenía 40 y él 43.
Ambos habían estado casados antes. Leigh se divorció por primera vez en 1976 antes de comenzar una relación con la actriz Hayley Mills, que terminó en 1984. Twiggy estuvo casada anteriormente con el actor Michael Witney, quien falleció de un ataque al corazón en 1983 a los 52 años. Tuvieron una hija juntos llamada Carly.
Leigh cree que esta segunda oportunidad en el amor ha sido más exitosa porque se conocieron un poco más tarde en la vida. "Tenía 40 años cuando nos conocimos, así que debo haber hecho algo bien para tener una segunda oportunidad", dijo al Daily Mail, y agregó: "También creo que hay más respeto y estás mucho más preparado para comprometerte cuando eres un poco mayor".
¿Cuál es el secreto de su felicidad duradera? "Estás más preparado para hacer cumplidos y creo que probablemente el pegamento que lo mantiene todo unido es el humor. Nos hacemos reír mucho", explica.
Recordando que fueron presentados por el actor Robert Powell, Leigh comparte que se llevaron bien de inmediato, y se sorprendió al descubrir que Twiggy vivía a la vuelta de la esquina de él. Se enteró cuando ella apareció en su casa unos días después de conocerse para pedirle otra cita.
Además de encontrar a su futura esposa muy atractiva, algo que da por sentado, también le llamó la atención algo más profundo.
La madurez como clave del éxito amoroso
La historia de Twiggy y Leigh Lawson resalta cómo la madurez y las experiencias previas pueden influir positivamente en una relación. El hecho de haber vivido otras relaciones, aprendido de errores pasados y tener una mayor claridad sobre lo que se busca en una pareja, puede ser fundamental para construir un vínculo sólido y duradero.
Humor y respeto: Los pilares de una relación feliz
Como bien señala Leigh Lawson, el humor y el respeto mutuo son ingredientes esenciales para mantener viva la llama del amor. La capacidad de reír juntos, de afrontar los desafíos con una actitud positiva y de valorar al otro por quien es, son elementos que contribuyen a fortalecer la relación y a superar los obstáculos que puedan surgir.