Bahía Blanca: ¿Milei castiga tras ganar? Recorte de fondos en la mira
La CGT Regional Bahía Blanca ha emitido un duro comunicado repudiando la decisión del gobierno de Javier Milei de reducir a la mitad los fondos destinados a obras y asistencia tras el desastre natural e inundación del 7 de marzo. La organización gremial califica la medida como un ataque directo a la ciudad, especialmente después de que La Libertad Avanza ganara las elecciones en Bahía Blanca el pasado 7 de septiembre.
Según el comunicado, el presupuesto inicial de 200 mil millones de pesos, fijado por decreto presidencial, fue recortado en un 50%. Los gremialistas denuncian que, a medio año del desastre, aún no han llegado las partidas para infraestructura, beneficios impositivos ni ayudas prometidas a comerciantes y empresas. La CGT responsabiliza directamente a Guillermo Francos y Luis Caputo, funcionarios del gobierno, por esta decisión.
La bronca en Bahía Blanca
La decisión del gobierno nacional ha generado indignación en Bahía Blanca. Álvaro Díaz, presidente del bloque Fuerza Patria en el Concejo Deliberante, denunció que Nación destina sumas exorbitantes al pago de intereses de la deuda, cifras que superan ampliamente la ayuda reclamada por la ciudad. Díaz señaló que solo en julio se pagaron 17 billones de pesos en intereses de deuda pública, equivalentes a 113 veces la ayuda solicitada por Bahía Blanca.
El Concejo Deliberante aprobó, con el voto en contra de La Libertad Avanza, un expediente que reclama al Congreso la puesta en marcha de la Ley 27.790 para la reconstrucción de Bahía Blanca. La tensión entre el gobierno nacional y la ciudad sureña parece ir en aumento.
¿Castigo post-electoral?
Algunos sectores interpretan este recorte de fondos como un castigo por parte del gobierno de Milei, a pesar de haber ganado las elecciones en Bahía Blanca. Recordemos que, previamente, la ciudad había sufrido la quita de la sede del proyecto de GNL y el veto a la Ley de Emergencia. La situación económica y social de Bahía Blanca se agrava con cada nueva medida que afecta negativamente a la región.
- Recorte del 50% en los fondos de asistencia.
- Demoras en la llegada de partidas para infraestructura.
- Priorización del pago de deuda por sobre la reconstrucción de la ciudad.
La incertidumbre y la bronca se apoderan de los habitantes de Bahía Blanca, quienes ven cómo las promesas de ayuda se diluyen mientras las necesidades se multiplican.